Este pequeño rincón de la geografía leonesa ha sido objeto de admiración
desde hace años, las caprichosas formas de las hayas, el arroyo
modelando la hoz, el puente de palos que comunicaba el pueblo de Villar
del Puerto con el grupo Ibarra, las crestas devónicas, las mármitas de
gigante, etc., sirven de reclamo a cada vez un mayor numero de
visitantes.
Estupendo lugar para ser visitado, sobre todo en otoño, remanso de paz, hogar de los gnomos. Estupendo el entorno, es pequeño, pero es un bosque estupendo, sobre todo si tenemos suerte y no hay mucha gente.
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