El Pirineo vendría a ser como La Meca, hay que visitarlo al menos una vez en la vida, y si nos ponemos deberían ser dos, una en primavera y otra en otoño. A mediados de mayo y a finales de octubre, dependiendo de como se acomoden las estaciones a los meses naturales.
Las diferencias entre la visita de primavera y la de otoño son notables, aquí pongo tres fotos de la misma cascada dos en noviembre y otra en mayo.
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